Turismo rural
Año 2006, Número 101
Comarca
Ciudades romanas de Cuenca, Segóbriga, Valeria y Ercávica: gracias al olvido que sufrieron durante siglos, hoy disfrutamos, en la provincia de Cuenca, de tres de los mejores yacimientos de ciudades romanas de la Península. Su vista nos hace recrear la vida diaria de estos antepasados
págs. 28-39
Muxía, regreso al mar: situado en la coruñesa Costa de la Muerte, esta localidad es un ejemplo de superación tras el desastre del "Prestige". Hoy, tres años después, el mar vuelve a oler a mar y sus gentes han recuperado la sonrisa
págs. 56-63
Buenas Propuestas
Entre huellas y museos, Costa de los dinosaurios de Asturias: el concejo asturiano de Colunga fue tierra de dinosaurios y de ellos hoy quedan numerosas huellas a lo largo de su costa. Para conocerlas y descubrir cómo vivieron éstos hace millones de años hay rutas guiadas y un Museo Jurásico
págs. 64-65
Ruta con Historia
Un paseo modernista por el Vallès Oriental: en esta comarca barcelonesa, superficies onduladas, nuevos materiales y formas vegetales, ornamentales y asimétricas, nos adentran en una apasionante ruta por el más puro estilo modernista instaurado en el siglo XIX
págs. 66-70
Ruta en Bicicleta
Más que pueblos abandonados en Guara: la Sierra de Guara, en Huesca, ha sufrido el éxodo rural pero su valle de Nocito es una muestra de cómo algunas poblaciones resisten de forma ejemplar. Una buena idea para conocer sus paisajes y gentes es coger la bici y pedalear por él
págs. 72-75
Ruta para Caminar
De Sotillo hasta el Lago de Sanabria: desde el pueblecito zamorano de Sotillo, iniciamos un itinerario por el Parque Natural de Sanabria, que nos mostrará curiosas formaciones geológicas, fruto del fenómeno glaciar, y espesos bosques, cascadas y lagunas que hacen de éste un lugar ...
págs. 76-81
Ganarse el Pan
Artesanía del cobre: en la población que crecióal abrigo del santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en Cáceres, se conserva el oficio de la calderería, una artesanía con más de quinientos años que comenzó precisamente en el monasterio
págs. 82-84
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