ADE teatro: Revista de la Asociación de Directores de Escena de España

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  Año 1999, Número 74

  • Memoria de Marsillach

    Juan Antonio Hormigón

    págs. 13-20

    

  • Comentarios escénicos

    Adolfo Marsillach

    págs. 20-37

    

  • El teatro en el teatro y el teatro en la vida

    Jorge Urrutia Gómez

    págs. 62-69

    

  • La permanencia de la tragedia

    Jorge Urrutia Gómez

    págs. 69-74

    

  • Los incansables ecos del portazo de Nora

    Eduardo Pérez-Rasilla Bayo

    págs. 74-76

    

  • Gloria entre bastidores

    Nathalie Cañizares

    págs. 76-79

    

  • Interpretación

    María José Ragué Arias

    págs. 79-89

    

  • La autoría del espectáculo

    págs. 89-90

    

  • La autoría y sus consecuencias

    Emilio Hernández

    págs. 90-92

    

  • Los Derechos Intelectuales del Director de Escena en España

    Abel Martín Villarejo

    págs. 92-100

    

  • En defensa de la propiedad intelectual

    Enrique Barón Crespo

    págs. 100-102

    

  • A.M.I. El inverosímil complot del capital

    Irène Sadowska Guillón

    págs. 102-105

    

  • Hacia un derecho de autor sin autores

    Jack Ralite

    págs. 105-106

    

  • Reflexiones sobre una relación de pareja entre el director de escena y el actor

    págs. 106-107

    

  • Los directores de escena... ¡ESCRIBEN!

    Adolfo Simón

    págs. 107-109

    

  • El cuerpo y la voz. El movimiento desde el punto de vista de la anatomía

    Blandine Calais-Germain

    págs. 109-119

    

  • Del lenguaje egocéntrico al escenario

    Rosa Briones

    págs. 119-123

    

  • "Manipulaciones genéricas" en el teatro de Francisco Nieva, desde el enfoque teórico bousoñiano

    Angélica Becker de Theile

    págs. 123-133

    

  • Notas a la puesta en escena de La Fundación

    Juan Carlos Pérez de la Fuente

    págs. 140-144

    

  • Fuenteovejuna o la vigencia de un clásico

    Emilio Hernández

    págs. 144-147

    

  • Hécuba: nómos y música de las ciudadanas. Potencial fugitivo

    Sara Molina

    págs. 147-149