El daño miocárdico por reperfusión se define como el efecto adverso producido al restablecerse la circulación y propiciar la llegada de sangre y nutrientes a las células previamente isquémicas. La restauración del flujo sanguíneo puede acompañarse de liberación de radicales libres de oxígeno, acumulación de calcio intracelular, alteración en el metabolismo celular, etc., situaciones que pueden condicionar un daño miocárdico funcional y estructural. Clínicamente, este daño puede manifestarse después del restablecimiento de la circulación coronaria previamente bloqueada, o después del uso de la bomba extracorpórea en cirugía cardíaca, manifestándose como miocardio aturdido o hibernante después de un episodio de síndrome coronario agudo, como fenómeno de «no reflujo» (daño microvascular) después de restablecer el flujo durante una angioplastia o de las denominadas arritmias por reperfusión y, sobre todo, después de la revascularización quirúrgica. El presente trabajo revisa las bases fisiopatológicas, las manifestaciones clínicas y las bases del tratamiento actual de cada una de estas entidades.
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