Hace ya más de veinticinco años, Murray Boockchin, uno de los portavoces del movimiento estudiantil de Berkeley, afirmaba: "si ni hacemos lo imposible, nos veremos confrontados con lo impensable". Esa confrontación ya ha empezado. ¿A qué se estaba refiriendo Boockchin? Lo impensable suponía la destrucción de la naturaleza y lo imposible exigía ponernos todos (políticos, empresarios, ciudadanos, naciones...) de acuerdo para evitarlo, y fomentar un estilo de vida distinto y no extraño a ella. (Lo impensableimposible también es, a mi entender, la situación de los países empobrecidos. Vamos a relacionar las dos críticas cuestiones). La confrontación, cierto es, ha empezado. Pero realizar lo imposible todavía cabe. Hace falta, eso sí, el difícil acuerdo global.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados