La presencia y relevancia de la religión en la política de Estados Unidos (EEUU), y concretamente en sus recientes elecciones presidenciales, está fuera de duda. Por ejemplo, durante el mes de octubre, en sólo cinco periódicos han aparecido más de cuarenta artículos que directamente abordan el tema de la religión y la política. Algo similar ocurre en televisión, radio y, por supuesto, revistas religiosas especializadas. Según las encuestas, el 83% del electorado americano considera que la religión es muy importante en su vida, y el 72% desearía tener un presidente con fuertes convicciones religiosas. Ciertamente, estamos ante un contexto muy distinto del europeo.
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