La nueva Ley general tributaria, que entró en vigor el pasado julio, ha modificado sustancialmente una ley de 1963 y parcheada frecuentemente. El autor hace énfasis especial en las cuestiones relativas a sanciones, intereses y recargos, así como a las consultas El artículo hace referencia a los aspectos de la Ley general tributaria que más afectan a las empresas contribuyentes: así se revisa en primer lugar la problemática de las sanciones, ahora calificadas en leves, graves y muy graves, lo que da lugar a una serie de recargos sobre el importe que la inspección haya puesto de manifiesto, aunque estos también pueden reducirse en algunos casos de conformidad y pago de las actas. A continuación se revisan las cuestiones relativas a los recargos e intereses por presentaciones extemporáneas, así como en situación de apremio. El artículo concluye explicando el nuevo alcance de las consultas tributarias y otros aspectos de menor entidad
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