Existe una gran escasez de publicaciones periódicas infantiles. Las causas de ello pueden ser dos: la idea de que todo lo que se dirija a la infancia es tarea de la institución escolar; la reticencia de la escuela a incorporar lo que provenga de fuera de su estructura. Como consecuencia de ello, no hay un caldo de cultivo que propicie proyectos de este tipo. Se vislumbran, sin embargo, puentes de acercamiento entre escuela y sociedad. Hay publicaciones para niños y de los niños. La Oreja Verde es un suplemento semanal de los niños. Creada en 1989, por Paco Abril, está llegando a su número 500. En sus cuatro páginas se han recogido, a través de numerosas propuestas, alrededor de veintemil colaboraciones de niños y niñas.
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