Yolanda Aburto Murrieta, A.A. Arauz-GóngoraA, L.M. Murillo-Bonilla, Mario López Gómez
Objetivo. La fibrilación auricular no valvular (FANV) representa el 25% de los infartos cerebrales (IC) de origen cardioembólico en mayores de 60 años. Nuestro propósito fue definir los factores de buen y mal pronósticos después de un IC secundario a FANV en nuestro medio. Pacientes y métodos. Evaluamos los factores de riesgo (FR) y la gravedad del IC en relación con muerte, funcionalidad y recurrencia a cinco años. Se siguieron 81 pacientes consecutivos de entre 49 y 88 años, durante 1-90 meses; 38 (46,9%) fueron hombres. Se realizó un análisis multivariado con las siguientes variables independientes: edad, sexo, tabaquismo, hipertensión, cardiopatía, diabetes mellitus y características del infarto. La gravedad del IC se evaluó mediante la escala modificada de Rankin, dicotomizada en buen pronóstico (0-2) y mal pronóstico (= 3), basal y al final del control clínico. Evaluamos también el tratamiento de prevención secundaria utilizado y su relación con recurrencia, pronóstico, muerte y complicaciones. Resultados. Ningún FR se asoció con mal pronóstico o recurrencia; el 88% tuvo mal pronóstico. En el 42% se utilizaron antiagregantes, y en el 39% anticoagulantes. Se observó una buena evolución final en un 9,5% de los pacientes con antiagregantes frente a un 35% con anticoagulación (p = 0,004). La gravedad del IC al ingreso fue peor en el grupo de aspirina, sin diferencias en recurrencia y mortalidad. Se observó mejor pronóstico en los pacientes provenientes de áreas urbanas. Conclusión. El uso de antiagregantes, vivir en área rural y un Rankin = 3 al ingreso son factores de mal pronóstico en el control clínico a los cinco años.
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