Salvador Moreno Guzmán, Carlos Armando Cuevas Vallejo
Uno de los problemas en la enseñanza de las matemáticas es ejercerla de una manera rutinaria y descontextualizada, lo cual nos lleva a verla como algo carente de sentido. Este tipo de enseñanza, que induce a conductas imitativas, produce, entre otras cosas, interpretaciones erróneas en conceptos matemáticos. En este artículo, presentamos un estudio que muestra que tanto estudiantes como profesores, cuando se les propone resolver un problema no rutinario o cuya solución no obedece al esquema en que se enseñó, aplican los algoritmos de manera mecánica, llegando a soluciones inverosímiles y que, a pesar de la obvia contradicción de su solución con el problema propuesto, no son capaces de enmendar o ver su error.
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