Luis Santiago Lario Herrero, Santiago Lario Ladrón
Las conjugaciones totales de una célula Hfr pueden dar lugar a diploidismos y los autores se preguntan si no pudo participar uno de esos procesos en el origen del núcleo eucariota. Es verdad que esas conjugaciones totales son excepcionales, y los diploidismos que producen transitorios, pero al menos se presentan espontáneamente en la naturaleza, cosa que no ocurre con las fusiones bacterianas del canibalismo bacteriano o hipersexo de Margulis. Y el problema de aceptar que hubo al menos un caso (el que originó la primera célula diploide), en que la bacteria receptora respetó, e integró, el ADN transferido, es el mismo en ambas teorías. En cambio, las ventajas de implicar a una conjugación en la aparición del núcleo eucariota, es que permitiría explicar, de manera comprensible, la tendencia a reponer el diploidismo tras la primera meiosis. Y en cierto modo, la persistencia de ese método de intercambio genético en los ciliados, podría considerarse como un argumento a favor de esa participación.
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