Lo había prometido. La venganza de los Sith ha resultado una película oscura y violenta, un nexo de transición entre trilogías y décadas exquisitamente hilvanado, un sorprendente ejercicio de guión psicológico, un alarde de acciones y reacciones de carnal naturaleza que nos ha dejado atónitos. Más allá de los soberbios efectos visuales, nos quedamos con las muchas y humanas emociones de este Episodio III. Tío George, gracias por cumplir con tu palabra. Vuelve cuando quieras.
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