En la era del conocimiento, compartir las propias experiencias y aprender de los demás puede revelarse como la mejor jugada del equipo empresarial. El riesgo de perder no existe; y por el contrario, es más que probable marcarse un tanto y volver a casa con nuevas ideas y enfoques inéditos. La diferencia con otros "deportes" es que en este caso no hay vencedores y vencidos: implicarse en el terreno de juego y dar para recibir beneficia a todos los participantes. Esto es lo que ocurre en los encuentros del Club 400 de Euskalit, donde las organizaciones vascas más "excelentes" comparten y ganan.
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