A pesar de que el control de los procesos de fabricación constituye un requisito fundamental para numerosas organizaciones, es habitual que se cometan errores de aplicación que pueden tener como consecuencia grandes pérdidas económicas. El presente artículo trata de aclarar dichos errores y poner en tela de juicio una serie de suposiciones que se toman por válidas pero en realidad carecen de fundamento.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados