El cociente emocional difiere del cociente de inteligencia en dos aspectos importantes. En primer lugar, a diferencia del cociente de inteligencia, que está genéticamente determinado y no puede modificarse, hay numerosos estudios que demuestran que el cociente emocional puede aumentar mediante una combinación de concienciación y de formación. En segundo lugar, aunque muchos suponen que un elevado cociente de inteligencia lleva al éxito, el cociente emocional es un mejor predictor del éxito, especialmente en ventas.
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