La motricidad, y en especial la motricidad fina, constituye una contribución fundamental en el mundo del quehacer musical. La coordinación motora de brazos, piernas, y más específicamente, de los dedos de ambas manos, abarca prácticamente todos los aspectos de la esfera musical (con la honrosa salvedad de la comprensión). El artículo apunta algunas consideraciones generales sobre el sistema motor y detalla los diversos modos en los que dicho sistema se ve implicado dentro del variado campo de la interpretación musical.
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