W. Craig Riddell, Morley Gunderson
Este artículo analiza el reto político al que se enfrenta Canadá para promover una ventaja competitiva consecuente con la creación de empleo y unas normas laborales razonables. En primer lugar se trata el comportamiento del actual mercado de trabajo canadiense destacándose los siguientes aspectos: la herencia de recesiones prolongadas, la posibilidad de crecimiento sin empleo, la reestructuración industrial desde las manufacturas a los servicios, el estanca miento de los salarios y la productividad, y el aumento de la polarización de los salarios entre los buenos empleos y los "malos empleos" -estos últimos a menudo consisten en empleos atípicos y precarios-.
El entorno institucional, legal y político canadiense es asimismo tratado, anfatizándose el problema de los costes implicados por las normas laborales y los flujos de capitales. A continuación, se ofrece un análisis sobre la cuestión de si la competencia internacional y los fujos de capitales conducirán a una forzosa armonización de las normas laborales y, de esta manera si dicha armonización se producirá sobre el "mínimo común denominador". También se estudian los mecanismos por los que puede producirse la armonización, al igual que los costes implicados por las normas laborales y la cuestión de la competencia interjurisdiccional base de las normas laborales.
La teoría y la evidencia de los impactos de la competencia internacional sobre los salarios y el empleo son también analizadas, con especial atención a los temas de los salarios de eficiencia y el crecimiento endógeno. El artículo concluye con una discusión sobre algunos elementos de las políticas de mercado de trabajo para promover una ventaja competitiva consecuente con la creación de empleo y unas normas laborales viables, así como con sugerencias sobre nuevas estrategias y direcciones en esta área de creciente importancia política.
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