Si pensamos en los riesgos que una empresa puede incurrir e imaginamos que esos riesgos se materializan, veríamos que, muchas veces, en ese caso hipotético, las esperanzas de alcanzar los objetivos de beneficio que tuviera el empresario se desvanecerían. No es de extrañar que inmediatamente pensemos, que esa empresa deba gestionar sus riesgos, al igual que gestiona los otros temas en su empresa.
Una adecuada gestión de riesgos es una cuestión básica para las empresas que quieren asegurarse su éxito, que quieren proteger los beneficios esperados.
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