Los neumáticos usados, clasificados como material no peligroso, se usan como combustible alter-nativo en los hornos de cemento. En los países europeos se ahorra una cantidad equivalente a más de 550 Kt del total de neumáticos usados enteros y troceados, la misma cantidad de combus-tibles fósiles como carbón de alta calidad. Por lo tanto, se evitan las repercusiones potenciales de la combustión al aire libre y del vertido de cenizas o del vertido directo de los neumáticos. Los neumáticos se introducen en diferentes puntos del proceso dependiendo del tipo de horno. El con-tenido de hierro de los neumáticos se gestiona modificando la composición de la materia prima y el porcentaje de sustitución. En este proceso, el alto valor calórico de los neumáticos, aportado por los cauchos naturales y sintéticos, se aprovecha sin repercusión significativa alguna en las emisiones al aire. Los elementos químicos de la ceniza se incorporan a las estructuras minerales y no tienen repercusión negativa alguna en la calidad del clínker
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