En el mundo de la gestión empresarial, Seis Sigma tiene fama de ser una herramienta dura y complicada. A menudo se la acusa, injustamente, de ser excesivamente estadística y de estar enfocada a la producción. Aunque es innegable que se trata de una metodología compleja, esa misma complejidad le permite abarcar muchas áreas de la gestión y adaptarse con soltura a diversas tareas. Bien entendida, puede convertirse en un instrumento poderoso para apoyar las estrategias de marketing e incrementar las ventas. Por ejemplo, mirar al cliente dese la perspectiva del Seis Sigma puede abrir puede abrir nuevas vías de acercamiento insospechadas hasta ahora.
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