Se achaca a Celine el despreciar al hombre e infundir en sus personajes su propio odio. Con Voyage au bout de la nuit, estamos ante una obra violenta y obscena que tiende hacia el vacío y la desesperación. De hecho, la guerra, la colonización, la inmigración, la condición obrera en las fabricas, la rutina en los suburbios, todo segrega la misma miseria, la misma ferocidad innata en el hombre. Sin embargo, la nausea que alcanza a Celine es metafísica. El odio, nacido del sentido del desamparo humano y del rechazo de la ternura, resulta el modo trágico por el que el mal inmerso en el hombre se expresa. Traduce la experiencia, por medio de palabras duras, crudas y irrisorias, de una profunda inquietud y del amor por una humanidad presa del sufrimiento
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