El desarrollo temprano del lenguaje se ha tomado como predicado de habilidades componentes separables y no como un módulo único. Estas habilidades se construyen en el curso de las interacciones sociales entre los niños y sus cuidadores. Estas interacciones sociales funcionan para dar una estructura significativa al desarrollo en el niño de la percepción de sus "vivencias reales" y es esta estructuración de la percepción mediante la interacción mutua con un adulta lo que mediatiza la elaboración de sus habilidades componentes. El "darle significado a la percepción" depende de las vías por las que los adultos, en sus interacciones con los niños, actúan para dirigir su atención hacia aspectos de su situación actual. La interacción social se encuentra entonces fundamentalmente implicada en su desarrollo cognitivo y lingüístico.
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