El discurso pedagógico de Giner es ininteligible sin su preocupación social. La "reforma educativa" está al servicio de la "reforma social". No obstante, contra lo que comúnmente se cree, el eje de sentido que orienta su pensamiento social no es el idealismo sino el humanismo clásico. De ahí la opción por la educación como clave del real cambio social. Giner quiere superar el mal espiritual que aqueja a España (partidismo, intolerancia, dogmatismo) enfrentándose al problema radical: el idealismo, hijo legítimo del racionalismo -el fruto intelectual del pensamiento europeo-. Sus convicciones teóricas fundamentales son: 1) el cáncer del pensamiento es el intelectualismo, pues establece un desfase entre pensamiento y realidad; en contra, Giner unifica teoría y práctica, convicciones personales y conducta práctica. 2) El peligro de la práctica es el ordenancismo o aspiración al cambio "desde arriba", por decreto ley; frente a ello, Giner 0pta por el cambio "desde abajo": la educación. 3) El objetivo fundamental de la educación es la "historia interna" del pueblo; frente al apriorismo, afirma la interrelación entre idea y vida. 4) La Institución Libre de Enseñanza es una oferta de educación pública, un germen de reforma social.
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