Este artículo describe el proceso, surgido en la ciudad de Málaga, de construcción de un proyecto de educación en calle para jóvenes adolescentes. A partir de experiencias concretas, con nombre y apellidos, el proyecto se fue materializando en acciones. La intervención se ha centrado en recursos relacionales y no tanto en recursos económicos o informativos, acercándose a los jóvenes sin ningún tipo de actitud moralizante. La realidad que se fue descubriendo era mucho más dura de lo que en ese momento se podía afrontar y mucho más profunda de los que se podía ver desde fuera. No obstante, poco a poco, los educadores de calle han logrado ser aceptados por los grupos de jóvenes. Después de año y medio de trabajo en tres barrios de Málaga, se constata que se han logrado construir posibilidades desde abajo, poniendo la confianza en el tiempo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados