La propiedad industrial, a la que no siempre se presta la suficiente atención, mueve cada año en el mundo miles de millones de dólares y compromete a las empresas en no pocos conflictos judiciales. La multinacional Nike tuvo que suspender cautelarmente la venta de sus productos durante los juegos de Barcelona a causa del contencioso por la titularidad de la marca que le planteo un pequeño industrial catalán. Otras empresas lideres de muy distintos sectores también se ven involucradas en conflictos de propiedad de marcas y patentes con relativa frecuencia. El presente trabajo trata esta problemática, destacando las funciones de la oficina de armonización del mercado interior (OAMI) y las de la oficina española de patentes y marcas (OEPM).
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