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Resumen de Qué hace flexible a una organización

Andrew M. Petigrew, Andrés Hatum

  • Imagine que su empresa navegó en las turbulentas aguas de América Latina a comienzos de los años 90. Es probable que, si se encontrara en Argentina o Brasil, se habría habituado a la hiperinflación y a competir en un mercado cerrado y protegido, donde el papel de las empresas multinacionales era restringido por políticas gubernamentales. En ese contexto, la competencia habría estado limitada al mercado interno, con empresas estatales jugando un papel relevante en él. Sin embargo, la realidad de hipercompetencia, que desde la década pasada ha transfigurado el escenario global de los negocios, trastocó las cosas, haciendo de la adaptación oportuna un factor crucial de supervivencia. Así, en sólo unos años, el frenesí de la hipercompetencia ha impactado a su país y usted ha sido testigo del ingreso de inversión extranjera directa, de la retirada del Estado desde sectores clave de la economía y del arribo de multinacionales. Tal fue el desafío que le tocó enfrentar y fue justamente lo que pasó en la región en la década pasada: sólo aquellas empresas que fueron capaces de adaptarse rápidamente sortearon con éxito la ola del cambio competitivo. Para los autores, la flexibilidad organizacional resultó clave en este camino para adaptarse con rapidez a situaciones de incertidumbre. Y de acuerdo con sus estudios sobre el tema, en el cual se analizaron los cambios vividos por empresas de la región, los factores que determinan la flexibilidad organizacional están compuestos por un repertorio de cinco capacidades organizacionales y de gestión, interrelacionadas y específicas a entornos turbulentos y altamente competitivos. Éstas son el perfil del equipo dominante en la empresa, el grado de inmersión en la macrocultura de la industria, el nivel de centralización y formalización de la toma de decisiones, la exploración del entorno y, finalmente, la identidad organizacional.

    Imagine que su empresa navegó en las turbulentas aguas de América Latina a comienzos de los años 90. Es probable que, si se encontrara en Argentina o Brasil, se habría habituado a la hiperinflación y a competir en un mercado cerrado y protegido, donde el papel de las empresas multinacionales era restringido por políticas gubernamentales. En ese contexto, la competencia habría estado limitada al mercado interno, con empresas estatales jugando un papel relevante en él. Sin embargo, la realidad de hipercompetencia, que desde la década pasada ha transfigurado el escenario global de los negocios, trastocó las cosas, haciendo de la adaptación oportuna un factor crucial de supervivencia. Así, en sólo unos años, el frenesí de la hipercompetencia ha impactado a su país y usted ha sido testigo del ingreso de inversión extranjera directa, de la retirada del Estado desde sectores clave de la economía y del arribo de multinacionales. Tal fue el desafío que le tocó enfrentar y fue justamente lo que pasó en la región en la década pasada: sólo aquellas empresas que fueron capaces de adaptarse rápidamente sortearon con éxito la ola del cambio competitivo. Para los autores, la flexibilidad organizacional resultó clave en este camino para adaptarse con rapidez a situaciones de incertidumbre. Y de acuerdo con sus estudios sobre el tema, en el cual se analizaron los cambios vividos por empresas de la región, los factores que determinan la flexibilidad organizacional están compuestos por un repertorio de cinco capacidades organizacionales y de gestión, interrelacionadas y específicas a entornos turbulentos y altamente competitivos. Éstas son el perfil del equipo dominante en la empresa, el grado de inmersión en la macrocultura de la industria, el nivel de centralización y formalización de la toma de decisiones, la exploración del entorno y, finalmente, la identidad organizacional.

    Imagine que su empresa navegó en las turbulentas aguas de América Latina a comienzos de los años 90. Es probable que, si se encontrara en Argentina o Brasil, se habría habituado a la hiperinflación y a competir en un mercado cerrado y protegido, donde el papel de las empresas multinacionales era restringido por políticas gubernamentales. En ese contexto, la competencia habría estado limitada al mercado interno, con empresas estatales jugando un papel relevante en él. Sin embargo, la realidad de hipercompetencia, que desde la década pasada ha transfigurado el escenario global de los negocios, trastocó las cosas, haciendo de la adaptación oportuna un factor crucial de supervivencia. Así, en sólo unos años, el frenesí de la hipercompetencia ha impactado a su país y usted ha sido testigo del ingreso de inversión extranjera directa, de la retirada del Estado desde sectores clave de la economía y del arribo de multinacionales. Tal fue el desafío que le tocó enfrentar y fue justamente lo que pasó en la región en la década pasada: sólo aquellas empresas que fueron capaces de adaptarse rápidamente sortearon con éxito la ola del cambio competitivo. Para los autores, la flexibilidad organizacional resultó clave en este camino para adaptarse con rapidez a situaciones de incertidumbre. Y de acuerdo con sus estudios sobre el tema, en el cual se analizaron los cambios vividos por empresas de la región, los factores que determinan la flexibilidad organizacional están compuestos por un repertorio de cinco capacidades organizacionales y de gestión, interrelacionadas y específicas a entornos turbulentos y altamente competitivos. Éstas son el perfil del equipo dominante en la empresa, el grado de inmersión en la macrocultura de la industria, el nivel de centralización y formalización de la toma de decisiones, la exploración del entorno y, finalmente, la identidad organizacional.


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