El extremismo está asociado en Europa Central y del Este a la transición de estos países a la democracia y a la economía de mercado. La emergencia y resiliencia de fuerzas radicales se debe ver principalmente como una reacción a las reformas internas prescritas por los actores occidentales internacionales dominantes. El extremismo como fuerza política en Europa Central y del Este ha sido, en muchos casos, capaz de penetrar en las políticas dominantes y su discurso ideológico ha conseguido infiltrarse en amplias mentalidades sociales. Las fuerzas radicales de la región han estado capitalizando los aspectos negativos de la transición con el fin de atraer el apoyo más amplio posible para su discurso reaccionario. Si bien existen patrones transicionales comunes de extremismo con un núcleo ideológico común en todos los países de estas dos regiones, el nacionalismo tiene también especificidad nacional. El documento intenta esclarecer algunas diferencias importantes en el ámbito nacional. Finalmente, valora la respuesta internacional al extremismo con énfasis especial en el papel de la Unión Europea.
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