Cómo dar en el clavo de la innovación

• Autores: Jacob Goldenberg, Amnon Levav, Roni Horowitz, David Mazursky
• Localización: Harvard Business Review, ISSN 0717-9952, Vol. 81, Nº. 3, 2003, págs. 96-104
• Idioma: español
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• Resumen

  • La mayoría de las ideas para productos nuevos carecen de inspiración o son poco prácticas. Entonces, ¿cómo pueden los expertos en desarrollo de productos dar en el clavo de la innovación, esto es, estar lo sufi cientemente alejados de productos existentes para generar un interés real, pero sufi cientemente cerca como para que éstos sean viables y puedan ser comercializados? Pueden aplicar cinco patrones de innovación que manipulan los componentes existentes de un producto y su entorno inmediato, para dar con algo ingenioso y viable, sostienen los autores.

    El patrón de sustracción funciona eliminando componentes del producto, especialmente aquellos que parecen deseables o indispensables. Piense en las sillas para comer infantiles que no tienen patas y se sujetan a la mesa.

    Con el patrón de multiplicación se hacen una o más copias de un elemento del producto existente, después se alteran esas copias de maneras importantes. Por ejemplo, la máquina de afeitar de doble hoja de Gillette, cuya segunda hoja corta desde un ángulo ligeramente distinto.

    El patrón de división consiste en descomponer un producto en sus partes existentes. Al hacerlo se verá el todo desde un ángulo completamente nuevo. Piense en los equipos modernos de sonido: todos sus componentes son modulares, lo que le permite al usuario personalizar el sistema.

    El patrón de unifi cación de tareas consiste en asignar una nueva función a un elemento existente del producto o a un atributo del entorno inmediato, unifi cando así dos funciones en un solo componente. Un ejemplo: el fi lamento del defroster en un parabrisas de automóvil, que también sirve de antena de radio.

    Finalmente, el patrón de dependencia de atributos modifi ca o genera las relaciones de dependencia entre el producto y su entorno. Por ejemplo, al crear una relación de dependencia entre el color de un lente y las condiciones externas de luz, los fabricantes de lentes pudieron producir lentes que cambiaban de color al exponerse a la luz del sol.