El célebre Cristo crucificado procedente del convento de Santa Cruz la Real de Segovia y atribuido a Pedro Berruguete no constituyó, como se ha considerado hasta la fecha, una obra devocional independiente encargada para la sacristía del convento sino la tabla central de un retablo realizado para la parte más emblemática del cenobio: la Santa Cueva. Una anónima pintura del siglo XVII, semiabandonada en el coro de la iglesia desde tiempos de la Desamortización, constituye el documento gráfico que, a falta de testimonios literarios, contribuye a documentar este retablo -perdido o disperso- del pintor palentino para Segovia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados