Después de la Segunda guerra mundial, la industria aeronáutica italiana perdió su reto con la competencia anglo-francés y no pudo llegar a ser la cabeza de puente del desarrollo económico italiano, en consecuencia también de la debilidad del apoyo del gobierno. La explosión de la Guerra Civil española y el acuerdo con Franco ofrecieron la oportunidad de lanzar este producto en competencia únicamente con Alemania, en un momento difícil para los nacionalistas que, debido a la urgente necesidad ocasionada por la guerra, podían objetar con dificultad precio y estándar de calidad. Una vez más, de todas maneras, el gobierno italiano no supo dirigir eficazmente el esfuerzo productivo y tampoco consiguió favorecer un importante movimiento import-export de manufacturas y materias primas.
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