El mercado, como cualquier otro sistema de organización de la vida colectiva, es susceptible de evaluación moral. En las páginas que siguen se examinan las dos vías de fundamentación más comunes y se muestran sus limitaciones. La primera presenta al mercado como un sistema social necesario. lo cual se puede hacer por dos caminos: a) mostrando su superioridad desde cualquier criterio de evaluación, su superioridad incondicional; b) mostrando su carácter necesario, esto es, desprovisto de moralidad. La segunda vía pretende que el mercado es el único sistema compatible con valores morales generalmente aceptados.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados