En todas aquellas organizaciones donde la calidad es percibida como la piedra angular de su estrategia, se utilizan los recursos humanos y materiales necesarios que la entidad posee, enmarcándose necesariamente la participación, expectativas y necesidades de los trabajadores. La complejidad de la satisfacción laboral como fenómeno organizacional hace que en su entrono se aglutinen distintas teorías y modelos explicativos, desde las más clásicas como la teoría de Maslow o de los dos factores de Herzberg, a aproximaciones menos habituales como es el caso del modelo de eventos situacionales de Quarstein, McAfee y Glassman. Dada su importancia, la satisfacción laboral es una variable que recibe influencias de otras, incidiendo necesariamente en la calidad que una organización puede presentar y que, en la práctica, tiene unos exponentes claros en los ratios de absentismo, rotación, rendimiento y siniestralidad.
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