La comparación entre mujeres, tierra y animales fue una de las imágenes más populares del mundo griego, siendo uno de los conceptos ideológicos fundamentales que explicaban el funcionamiento de la polis. Mediante ella se equiparaba fertilidad femenina con fertilidad de la naturaleza, colocando al mismo nivel matrimonio y agricultura / ganadería, que, como elementos de control de las fuerzas reproductivas en manos de los varones / ciudadanos, se convirtieron ambos en signos distintivos de civilización, frente al salvajismo de lo natural / femenino. De este modo, la institución en la que se desarrollaba tanto el matrimonio como la explotación primordial de la tierra, el oikos, se constituía en célula básica de la civilización griega, mediante la cual las mujeres y la naturaleza se integraban en la cultura de la polis
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