Raimundo Lulio contempla el derecho, como toda otra realidad del mundo creado, desde una filosofía de fe, de fe cristiana, o sea, desde una forma de razonar en servicio de la teología, en cuanto que de ese razonamiento recaba los argumentos demostrativos de la fe cristiana. El derecho es una ciencia confusa, necesaria a los hombres por la ausencia de caridad. La actividad jurídica, que Raimundo Lulio demuestra conocer bien, le parece prolija y compleja en demasía: por ello, a través de su "Arte", propone una metodología, un sistema simplificado y mecánico para aplicar el derecho y hacer justicia, fundamentado en principios teológicos y de derecho natural. Raimundo Lulio juega, en fin, a la utopía
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