El aprendizaje de la música, como lenguaje que es, se puede realizar de manera rutinaria o con un alto grado de especialización. Personalmente creo más en lo segundo, por razones que me parecen obvias. No puede haber buenos resultados sin un trabajo adecuado, pero parece haber una creencia generalizada en que esto no sea posible en determinados estilos de carácter más visceral. Cualquier música incluyendo como no el jazz o músicas afines, cuando va sufriendo su lógico proceso de transformación, va adquiriendo una complejidad técnica y consecuentemente sólo podemos llegar a ella con un estudio sistematizado. No hay que seguir pensando en un tipo de enseñanza diferenciado de la música, sino sólo en especializaciones. Para que esto ocurra de manera lógica y natural, dejemos a los músicos, y no a los pedagogos que son sólo eso, la responsabilidad de la enseñanza superior de la música.
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