En sus últimos años, Francisco de Florencia escribió una serie de obras sobre las principales imágenes milagrosas de la Nueva España que reflejan la actitud de la Compañía de Jesús ante las mismas. Hombre de notable cultura y amplia experiencia cosmopolita, Florencia se nos aparece como un representante cualificado de las élites culturales y religiosas novohispanas de la segunda mitad del siglo XVII. Pero Florencia fue también el poderoso agente difusor de un sentimiento criollo que exaltaba la presencia divina en Nueva España a través de los milagros que obraban algunas de sus más celebradas imágenes religiosas. Este artículo pretende analizar de qué forma y hasta qué punto ese sentimiento criollo determinó y condicionó su análisis de esta imagen milagrosa, las iglesias que las albergaban y los mecenas que las patrocinaban.
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