La leche materna es un alimento insustituible para el mamífero humano, y aún lo es más en situaciones de enfermedad del bebé. Del mismo modo, cuando es la madre la que está enferma, el poder lactar a su hijo cuando no hay contraindicación supone una satisfacción y un refuerzo del vínculo madre bebé que le ayuda a encontrarse mejor. El hábitat natural del bebé es el pecho materno. Los profesionales sanitarios deberíamos conocer que un buen número de situaciones en las que se ha venido suprimiendo la lactancia sistemáticamente no tienen base científica, y el beneficio en términos de salud que supone el mantenerla. En este artículo se explica cómo apoyar la lactancia a madres y bebés enfermos, así como en caso de cesárea, adopción, relactación, etc.
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