Cuando uno lo tiene todo (o si no todo, muchísimo) puede mirar a la vida con envidiable relajación. Véase el caso de Hugh Grant. 45 años, cuenta corriente boyante y vida sentimental tranquila, al menos aparentemente, al lado de Jemima Khan. A veces, cuando le apetece, se pone ante una cámara. A nadie le debe sorprender que el británico se tome su carrera con toda la calma del mundo (reconoce ser un vago), sobre todo porque él admite que el cine le aburre. Y porque sabe que es bueno. Ahora estrena la sátira sobre el mundo de la televisión "American Dreamz", de la que habló en exclusiva para FOTOGRAMAS.
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