Luis Santé Serna, Francisco López Timoneda
En aquellos pacientes con dolor de gran intensidad que, o bien no responden a los tratamientos farmacológicos estándar o estos le provocan importantes efectos secundarios, debe valorarse la posibilidad de realizar algunas de las técnicas invasivas.
Se describen las diversas técnicas invasivas, así como la aplicación de las mismas a cada caso, sin olvidar que tanto la experiencia de cada servicio en cada una de ellas, como las posibilidades económicas, van lógicamente a influir en la elección del método terapéutico. Dentro de estas técnicas, los implantes de sistemas de infusión de opiáceos (epidural o intratecal) es el método más utilizado para el control del dolor severo oncológico o enfermedad avanzada.
En la actualidad estas técnicas son consideradas el cuarto escalón de la ¿escalera analgésica de la OMS¿, como tratamiento coadyuvante analgésico y no como un tratamiento único, definitivo y desesperado de los enfermos con una enfermedad terminal.
Los objetivos perseguidos son: optimizar el alivio del dolor, evitar mayor sufrimiento (co-morbilidad), minimizar los efectos adversos de los analgésicos por vía oral, mejorar la funcionalidad física, psíquica y calidad de vida.
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