Algunos investigadores están convencidos de que la risa tiene un profundo arraigo en la evolución humana y antecede incluso al lenguaje. Su origen en las cosquillas y en la lucha de juego es más complejo que el del simple humorismo. Las zonas cosquillosas (axilas, costados y cuello) son las más sensibles y vulnerables, y cuando nos hacen cosquillas reímos de alegría. Ésa es la primera virtud curativa de la risa
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