Las costas españolas son la mayor necrópolis naval con la que un arqueólogo pueda soñar. Cientos de barcos hundidos en los litorales mediterráneo, cantábrico y atlántico constituyen un testimonio único del paso de la historia. Se pueden encontrar naves fenicias, galeones de la carrera de Indias o navíos que participaron en la Guerra Civil. Suelen atraer la atención cuando contienen grandes tesoros, pero la información acerca del pasado que aportan supera el valor de cualquier riqueza que puedan contener.
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