Evaluamos el efecto de introducir en diferentes momentos del tiempo tres posibles reformas: (i) ampliar el numero de años de las bases reguladoras, (ii) suprimir las jubilaciones anticipadas y (iii) retrasar la edad de jubilación a los 70 años. Si antes del 2025 se retrasa la edad de jubilación es posible incrementar las pensiones medias y ampliar el periodo durante el cual el sistema es sostenible. Sin embargo, la reforma no es urgente ya que no existen grandes diferencias entre retrasar la edad de jubilación hoy o en el 2015 y, por el contrario, esperar 10 años permite revisar las actuales proyecciones demográficas.
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