Resumen de ¿Se ajusta la conducta de su empresa a estándares de clase mundial?
Lynn W Paine, Kim Eric Bettcher, Joshua D. Margolis, Rohit Deshpandé
Los códigos de conducta han sido por mucho tiempo una característica de la vida corporativa. Hoy en día, se puede afirmar que son una necesidad legal, al menos para las empresas que cotizan en la bolsa y con presencia en Estados Unidos. Pero el tema trasciende los requerimientos legales y regulatorios en EE.UU. Precipitados por la corrupción y por abusos de diversos tipos, decenas de grupos sectoriales, gubernamentales, multisectoriales y de inversionistas en todo el mundo han propuesto códigos y pautas para enmarcar la conducta corporativa. Estas iniciativas reflejan un debate cada vez más global sobre la naturaleza de la legitimidad corporativa. En vista de las consideraciones legales, organizacionales, estratégicas y de reputación, pocas empresas querrán carecer de un código. Pero, ¿qué debería decir? Fuera de un puñado de cosas básicas explicadas en la ley Sarbanes-Oxley y en las reglas de la bolsa de Nueva York, se observa una lamentable carencia de orientación bien fundamentada. En la búsqueda de algunos puntos de referencia para los ejecutivos, los autores emprendieron un análisis sistemático de un selecto grupo de códigos. En este artículo, presentan sus descubrimientos en la forma de un ¿códex¿, una fuente de referencia sobre el contenido de un código. El Códex Global de Estándares de Negocios contiene un conjunto de principios generales y estándares de conducta para poner aquellos principios en práctica. Los estándares y principios son los elementos básicos para formular un código. El Códex GBS no tiene la finalidad de ser adoptado como tal, sino ser un marco de referencia para quienes quieran crear su propio código de clase mundial. Las cláusulas del código deben ajustarse al negocio y la situación específicos de una empresa; los códigos de cada empresa incluirán también sus propios elementos distintivos. Lo que el código brinda es un punto de partida basado en fundamentos éticos y que está alineado con un emergente consenso global sobre estándares básicos de conducta corporativa.
