La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de la siguiente clasificación para establecer los diferentes diagnósticos según los resultados de la puntuación T:
Normal: T superior a -1 DE.
Osteopenia: T entre -1 DE y -2,5 DE.
Osteoporosis: T menor o igual a -2,5 DE.
En el tratamiento se emplean tanto medidas higiénico-dietéticas como intervenciones farmacológicas.
Artrosis. Es la artropatía más frecuente en los países desarrollados, y su prevalencia aumenta con la edad. El dolor es el síntoma cardinal aunque no siempre está presente en las artrosis radiológicas, la rigidez aparece tras períodos de inactividad y en fases avanzadas pueden observarse subluxaciones, derrame y deformidad.
Su diagnóstico se basa en hallazgos clínicos y radiológicos, todo ello unido a la característica ausencia de alteraciones analíticas propias de la enfermedad.
El tratamiento se basa tanto en la modificación de los hábitos de vida y empleo de ayudas técnicas como en el tratamiento farmacológico.
Osteoporosis. La osteoporosis en una enfermedad ósea sistémica caracterizada por disminución de la masa ósea y deterioro de la microarquitectura del hueso que provocan un aumento de su fragilidad y como consecuencia la fractura.
La principal complicación de la osteoporosis son las fracturas y las más frecuentes son las vertebrales, colles y cadera.
Los factores de riesgo de osteoporosis no suelen actuar de forma aislada y esta suma de varios de ellos es lo que aumenta el riesgo de fractura.
La técnica de medición de la densidad mineral ósea más empleada es la densitometría radiológica de doble energía (DEXA).
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