La economía mundial se encuentra en continuo crecimiento, donde economías emergentes, como China e India, desestabilizan la economía mundial apoyadas por un bajo coste en la mano de obra y con un alto consumo de materias primas. La progresión económica viene acompañada del aumento en la demanda energética mundial, encareciendo los precios finales a los consumidores finales. Europa ha tomado conciencia de la realidad energética en la que se encuentra, identificando los nuevos retos a los que deberá enfrentarse en un futuro inmediato, estableciendo unos objetivos básicos en la política energética y señalando los principales ámbitos de actuación sobre los que hay que incidir para lograrlos, frenando su vulnerabilidad a la alta volatilidad existente de los precios de las materias primas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados