L. Santamaría, A.R. Larrinaga, A. Arceiz, J. Rodríguez Pérez
En este artículo, utilizamos los sistemas de dispersión de semillas como ejemplo para exponer la importancia de la ecología espacial en las interacciones planta-animal. Estos sistemas han recibido la atención prioritaria de los ecólogos vegetales, lo que ha conllevado tanto una simplificación excesiva del papel que juegan el comportamiento y fisiología de los animales dispersantes. Además, el enfoque casi exclusivo en los "kernel de dispersión" unidimensionales involucra asunciones que son generalmente violadas en los sistemas de estudio, como la isometría del kernel dispersivo o la ausencia de heterogeneidad espacial en dicho kernel. La mayoría de estas limitaciones pueden corregirse mediante la inclusión explícita del componente espacial, pasando de modelos de dispersión unidimensionales a modelos bi- o tri-dimensionales. Este enfoque se ilustra con dos ejemplos: la dispersión de semillas de Ephedra fragilis por la lagartija balear, Podarcis lilfordii, y el papel del elefante asiático, Oliphas maximus, en la dispersión de especies nativas e invasoras del bosque tropical seco de Sri Lanka.
Over the last decade it has been increasingly recognized that, in addition to factors traditionally considered in ecology -resources, conditions, biotic and abiotic interactions-, spatial processes play a critical role in explaining observed ecological patterns. The incorporation of space in ecological models brings new perspectives to explain these patterns, offering a meeting point for the understanding of many ecological processes. In this paper we clarify the concept of spatial dependence in dynamic ecological models, which is often a matter of confusion, and we illustrate this with specific examples from Mediterranean-type ecosystems. We also introduce spatial ecological models that have been critical for the development of current ecology.
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