PUNTOS CLAVE Epidemiología. Se estima que entre el 19 y el 43% de la población mundial está infectado por el Mycobacterium tuberculosis (M-TBC). En España se observa una tasa de 35 casos de enfermedad tuberculosa por cada 100.000 habitantes, con importantes diferencias regionales. En el control de la enfermedad será primordial el aislamiento respiratorio.
Diagnóstico. El diagnóstico de la infección se basa en la prueba de la tuberculina o intradermorreacción de Mantoux, o en la determinación del Quantiferon TB gold test. En caso de sospecha debe realizarse una radiografía de tórax.
El diagnóstico de certeza de la enfermedad TBC requiere la demostración del crecimiento de M-TBC en un cultivo. El estudio de una muestra diaria de esputo, obtenida en 3 días consecutivos ha sido considerada la mejor estrategia para el diagnóstico de confirmación.
Evaluación del paciente. En la evaluación del paciente deben considerarse los factores de riesgo para desarrollar la enfermedad. También deben considerarse los factores de riesgo para complicaciones del tratamiento: fracaso, recaída, reacciones adversas.
Tratamiento. Se ha demostrado que la concentración de bacilos viables en el esputo de personas enfermas se reduce en un 90% a los dos días de tratamiento, y en el 99% a los 14-21 días de tratamiento.
Es necesario asociar varios fármacos, con la finalidad de prevenir resistencias. El tratamiento debe ser de larga duración, dadas las diferentes capacidades de crecimiento del bacilo de Koch, para conseguir la curación definitiva.
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