Puebla experimentó una industrialización temprana que arrancó en los años treinta del siglo XIX con la producción mecanizada de textiles de algodón; este sector predominó dentro de la estructura industrial por más de 100 años, hasta 1965. El sector textil, junto con los de alimentos y bebidas, fueron los más importantes de la industria de transformación por el número de establecimientos, inversión y valor de la producción. Mientras en el ámbito nacional con el nuevo patrón de acumulación instrumentado de 1940-60 se moderniza y diversifica la estructura industrial, en Puebla no se dan cambios sustanciales, persiste el predominio de las ramas industriales tradicionales productoras de artículos de consumo de bienes no durables. La producción textil sigue siendo la rama hegemónica. La industria de transformación tuvo un peso importante en términos de inversión, producción y personal ocupado, a pesar de haberse quedado rezagada en diversos momentos. Experimentó cambios de 1960 a 1970, periodo en que la industria textil atraviesa una profunda crisis. Hacia 1976 dicha rama ya no es la única que impone el ritmo de desarrollo, sino que se agregan otras como la automotriz y la metálica básica, incorporadas en 1967. La producción no es únicamente de bienes de consumo no duradero; más de la mitad resulta ser de bienes de consumo duradero, intermedios y de capital; además aparecen en el panorama industrial grandes monopolios con importante inversión extranjera que dinamizan la economía regional. El periodo 1835-76 resulta importante porque refleja el peso que tuvo el sector textil en la industria regional y cambios generados en el proceso de industrialización.
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