En 1855 se constituye en Manresa una escuela de música, patrocinada por el Ayuntamiento. J.M. Vilar analiza, en este articulo, el reglamento que J.C. Tantalora y Maria Valles realizaron para la organización de esta escuela municipal. De la lectura del documento se desprende que la gran preocupación de los autores fue la de crear una estructura docente en la que la enseñanza de la música y la practica instrumental estuvieran estrechamente unidas. J.M. Vilar señala también la posible relación entre este modelo de escuela y las capillas de música de las catedrales.
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