Odón Fernández Lavandera, Antonio Pizarro Checa
El Archipiélago Canario está formado por siete islas y algunos pequeños islotes, todos ellos agrupados en dos provincias de las más pequeñas de España, densamente pobladas (2,42 veces la media nacional). No es satisfactorio el desarrollo económico, con renta "per capita" por debajo de la media nacional. El sector agrario aporta una pequeña parte del valor añadido, no obstante lo cual, ocupa el 21 por ciento de la población activa, aunque escasamente remunerada. Las tierras cultivadas no sobrepasa el 20 por ciento de la superficie, frente a un 40 por ciento en el conjunto nacional. El agua es un factor importante. Predomina la separación entre su propiedad y la de la tierra, especialmente en Gran Canaria y Tenerife. De las superficiales se aprovecha sólo el 11 por ciento en contraste con un 80 por ciento utilizada de las subterráneas, dándose el caso (Gran Canaria) de extraer el 119,4 de las disponibilidades, con el consiguiente desequilibrio. En agricultura, muy variada, se distinguen los siguientes tipos: a) en "medianías" típica de zonas elevadas en todas las islas a excepción de Lanzarote y Fuerteventura. Los cultivos principales son: patata, vid y cereales; b) zona costera, típica de todas las islas con la excepción de Lanzarote. Se cultiva la platanera, plantas hortícolas (principalmente tomate), flores esquejes y otros de menor importancia (en Fuerteventura prácticamente sólo se cultiva tomate); c) cultivos exclusivamente de secano en Lanzarote, sobre enarenados u otros artificios. Se cultivan: cebolla, tabaco, boniato, nopal aprovechado mediante la cochinilla, sandía, vides, etc.
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