San Antonio de Padua era celebrado en Berja con gran concurrencia popular, siendo la música uno de sus mayores atractivos. Sin embargo, a finales del siglo XVIII la efeméride chocó directamente entre los partidarios de restringir Ias fiestas nocturnas y aquellos otros partidarios de celebrarlas. El alcalde noble de Berja, de un lado, y el marqués de Iniza, de otro, representan dos mentalidades contrapuestas que no son sino el ambiente goyesco que vivió la Berja de finales del Antiguo Régimen.
San Antonio de Padua used to be celebrated in Berja with popular participation, being the music one of its foremost atractions. However, at the end of the eighteenth century, this event clashed head-on with the advocates of restricting evening celebrations. The mayor of Berja, on the one hand, and the marquis of Iniza, on the other hand, represent two antagonizing mentalities which reflect the Goya-like background of Berja at the end of the Ancient Regimen.
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